viernes, 14 de abril de 2017

Teorías de la cosmogonía


+LA CREACIÓN DEL MUNDO Y EL MITO DE RA+

*la creación del mundo según los egipcios
Mito del dios Ra Cuenta la leyenda que en un principio no había luz. Solo existía la oscuridad y una gran extensión de agua con el nombre de Num. El poder de Nun era tan grande que desde el interior de la penumbra hizo brotar un huevo grande y brillante. Y del interior de ese huevo surgió Ra. Ra tenía el poder de hacer lo que quisiera, incluso cambiar de forma. Lo que el nombraba, adquiría forma y se volvía real. Era tan importante el poder del nombre, que guardaba bien secreto su propio nombre para que nadie pudiera usarlo. Ra se dispuso a crear el sol diciendo: “Al amanecer me llamo Kephera, al mediodía Ra y al atardecer Tem”. Y entonces, el sol apareció posprimera vez iluminando la oscuridad, se elevó sobre el horizonte y al atardecer descendió para volver a ocultarse. Luego nombró a Shu, y los vientos se congregaron por primera vez y comenzaron a soplar. Cuando Ra nombró a Tefnut, la lluvia se hizo presente con sus gotas. Más tarde nombró a Geb y con solo nombrarla, se formó la tierra y para hacerle compañía nombró a la diosa Nut, y el firmamento se arqueó sobre la tierra. Cuando quiso coronar a Egipto con el río Nilo, nombró a Hapi. Y el Nilo comenzó a fluir a través de Egipto fertilizando su amplio valle. Ra, comenzó a nombrar una por una todas las cosas que existen sobre la tierra y estas se hicieron visibles crecieron. Finalmente les dio nombre a los hombres y a las mujeres, y desde entonces la humanidad pobló la tierra. Ra podía asumir la forma que quisiera. Entonces, tomó la forma de un hombre y se convirtió en el primer faraón de Egipto. Ra gobernó Egipto durante miles de años llevando bienestar y prosperidad a sus habitantes gracias a las fabulosas cosechas y a sus magníficas leyes. Los egipcios solo tenían palabras de agradecimiento y no dejaban de ensalzar su nombre.



+LA CREACIÓN DEL MUNDO CRISTIANO+

*la creación del mundo según los cristianos
Al principio creó Dios el cielo y la tierra. La tierra era entonces confusión, oscuridad y desorden. Y dijo Dios: “Hágase la luz” y hubo luz, así la separó de la oscuridad y llamó a la luz día y a la oscuridad noche. Este fue el primer día de la creación. El segundo día hizo el firmamento del cielo y lo separó de las aguas. El tercer día Dios juntó las aguas para que apareciera también lo seco, y a la reunión de las aguas llamó mares y a lo seco llamó tierra. Después hizo brotar sobre la tierra la hierba verde, las plantas y todos los árboles con sus frutos y semillas. Y vio Dios que eso era bueno. El cuarto día creó el sol para que alumbrase el día, y la luna y las estrellas para que destacaran por la noche. También los creó para que nos señalasen la duración de los días y poder así medir los años y el tiempo. El quinto día creó Dios las aves que vuelan por el cielo, al igual que los peces y las criaturas marinas. Y vio Dios que eso era bueno y los bendijo para que se multiplicasen por el cielo y por el mar. El sexto día creó a todos los animales de la tierra, y tras ello dijo: “Hagamos al hombre a nuestra imagen y semejanza; y domine sobre todos los animales de la tierra, del cielo y del mar”. Y creó Dios al hombre, y con él a la mujer. Ambos fueron creados a imagen y semejanza de Dios; y les dijo: “Creced y multiplicaos y llenad la tierra y sometedla, y dominad sobre todos los animales” Al terminar ese día vio Dios que todo lo que había hecho era muy bueno. Así pues, acabados el cielo, la tierra y todo cuanto dejó en ellos, dio por finalizada su obra creadora y el día séptimo descansó. Dios bendijo el día séptimo y lo santificó.

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